La película sobre la misión que acabó con la vida de Osama bin Laden se estrenará poco antes de las elecciones presidenciales de 2012 en Estados Unidos.
A algunos opositores del presidente Barack Obama les parece sospechosa la coincidencia del estreno con la recta final de la campaña electoral.El presunto interés político de la Casa Blanca en el filme llevó a un congresista republicano a denunciar que desde el gobierno se estaría dando información clasificada de "alto nivel" a los cineastas.
El presidente del Comité de Seguridad de la Cámara de Representantes, Peter King, pidió que se abra una investigación para aclarar hasta dónde llega la colaboración que las autoridades estadounidenses están dando para la película.
"Escribo para expresar mi preocupación sobre las filtraciones de información clasificada sobre operaciones militares sensibles", apuntó King en el documento que envió a los responsables del Pentágono y la CIA.
La Casa Blanca calificó esas acusaciones de "ridículas".
La película, producida por Sony Pictures, estará dirigida por Kathryn Bigelow y Mark Boal, ganadores de un Oscar por "The hurt locker", que narra el trabajo de un equipo de desactivadores de explosivos estadounidenses en la guerra de Irak.
La ayuda "habitual"
Un portavoz del Departamento de Defensa (DoD, por sus siglas en inglés) dijo a BBC Mundo que "el DoD está dando asistencia con la investigación para el guión, algo habitual con los cineastas". Sin embargo, añadió: "No hablamos sobre información clasificada".Los recelos del congresista King surgieron a partir de un artículo de opinión publicado el pasado domingo 7 de agosto en el diario The New York Times, tal como señala en su escrito.
En él artículo se afirma que "los productores están teniendo acceso a información de alto nivel de la misión más secreta de la historia".
Añade que la película "sin duda reflejará la valiente decisión que el presidente tomó pese a las dificultades".
Además, el diario asegura que se estrenará "en el momento perfecto para dar un impulso a una campaña que se ha tornado más dura".
"Una victoria apartidista"
Las acusaciones también hicieron reaccionar a los directores del filme.Apuntaron que "integra los esfuerzos conjuntos de tres administraciones, que incluyen las de los presidentes Clinton, Bush y Obama, así como las estrategias de cooperación y su implementación por el Departamento de Defensa y la CIA".
El texto asimismo asevera que la captura del que fue durante más de una década el enemigo número uno de EE.UU. fue "un triunfo estadounidense, heroico y no partidista, y no hay bases para sugerir que nuestra película representará esta gran victoria de otro modo".
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