Una pareja canadiense defiende su decisión de mantener en secreto el sexo de su hijo de cinco meses para permitirle que desarrolle su propia identidad de género.
Kathy Witterick y David Stocker han sido muy criticados por imponer su ideología en sus bebé de cuatro meses, de nombre Storm (que significa "tormenta" en inglés).En un correo electrónico, Witterick escribió que la idea de que "el mundo entero deba saber lo que hay entre las piernas de su hijo es insana, insegura y propia de mirones indiscretos".
Witterick, de 38 años, y su pareja, de 39, también han sido criticados por la manera en que educan a sus otros dos hijos, Jazz, de cinco años, y Kio, de dos.
Los niños son animados a escoger sus propias ropas y peinados, incluso si eso implica vestirse como niñas y desafia las normas preconcebidas acerca del género.
Jazz lleva su pelo con largas trenzas y los chicos "casi exclusivamente asumen ser chicas", declaró Stocker al Toronto Star.
Los abuelos desconocen el sexo de Storm, según el reportaje del Toronto Star, y ya hasta se muestran cansados de tener que explicar la situación, aunque la apoyan.
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